“Las revoluciones no se ganan alistando a las masas, mi querida Wyoming. La revolución es una ciencia que sólo unos cuantos están en condiciones de practicar. Depende de una organización correcta y, por encima de todo, de las comunicaciones. Luego, en el adecuado momento histórico, hay que actuar. Correctamente organizado y dado a su debido tiempo, es un golpe incruento. Aplicado con torpeza o prematuramente, el resultado es una guerra civil, violencias de la multitud, purgas y terror.”
Heinlein, R. A. La luna es una cruel amante. Barcelona: Acervo, 1972, p. 67
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